Existen en el término de Quesada abundantes abrigos y cuevas que han sido utilizados como refugio desde tiempos remotos. Muchas de ellas tienen en sus paredes pinturas rupestres, que responden a tres fases:
- Primera fase: corresponde a la última época del estilo levantino. Sería la del Abrigo de M. Vallejo donde aparecen figuras de cápridos.
- Segunda fase: aparecen figuras de animales similares a los anteriores pero asociadas a motivos esquemáticos. Sería la del Abrigo del Arroyo de Tíscar.
Estas dos fases se situarían en el Neolítico Medio: 4380 a. C. y 3540 a. C. respectivamente.
- Tercera fase: Es la más amplia en el tiempo y el espacio. Correspondería al III milenio a. C., básicamente a la edad del Cobre llegando hasta mediados del II milenio a. C., en que llegan las poblaciones argáricas. A esta fase corresponde la Cueva de Clarillo (Claro Antonio Jódar Moya, mi padre).
Otras cuevas con pinturas rupestres son: Cueva del Encajero, Abrigo del Cerro Vítar, Cueva de la Hiedra, abrigo del Vadillo I y II, la Cueva del Reloj y Cueva Cabrera.
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